miércoles, 7 de marzo de 2012

Representación de un auto Sacramental en la Iglesia de los Mártires de Málaga

Mañana jueves se ponen a la venta en el Edificio Cajamar (Alameda Principal) las entradas para el auto sacramental que bajo el título "Auto del Resucitado", se representará el sábado 17 de marzo (20.00 h) en la parroquia de los Santos Mártires Ciriaco y Paula.
Esta obra, dirigida por Ricardo Pereira y producida por el conocido actor malagueño Jaime Ordóñez, es la segunda parte de la trilogía "O magnum mysterium" cuyo primer auto "El Auto de la Cruz" se representó también el año pasado en dicha parroquia con gran éxito de público (las 550 entradas se agotaron el primer día) y la presencia del Sr. Obispo, D. Jesús Catalá. Los beneficios de la venta de entradas se donaron íntegramente a Cáritas parroquial, mientras que los gastos de producción corren a cargo de patrocinadores.
Según el productor, aquella primera parte, que se representó el año pasado, «nos dejaba frente a la cruz, desnuda y sola; y junto a ella, tres personajes (María, Juan y Magdalena) iniciados en el misterio cristiano, que vivían hasta el final el dolor de aquel Nazareno. Y en esta segunda parte que se representará el sábado 17, esos mismos personajes, siguiendo su propio camino espiritual, alcanzarán una experiencia gozosa y definitiva: aquel Crucificado es el Resucitado que, vencedor de la muerte y de las tinieblas, alumbra con su luz admirable el sentido más profundo de la existencia… Como contrapunto, el enigma de la Resurrección tortura la mente de un confundido Pilato; también su amargura es melancolía, experiencia profunda en la que sufre y expresa sus perplejidades".

Para Jaime Ordóñez, que además de productor, interpreta el papel de Poncio Pilato en el Auto, "nuestro tiempo, complejo y estridente, ha vuelto sus ojos a estas obras llenas de reposo, extraña belleza y cercano misticismo. Los autos afectan al público emocionalmente, que asiste a una experiencia sobrecogedora e inolvidable. Su puesta en escena responde a un triple atractivo para el espectador: oír algo maravilloso, ver algo formidable y sentir lo increíble. Debido a la fuerte exigencia de producción y organización y a la complejidad y dificultad que requiere su puesta en escena en el interior de un templo soy de los pocos que continúa cultivando este género a nivel profesional".